El pasado 19 de abril, la Fundación Paz y Cooperación llevó a cabo en formato online el VI Foro Naciones Unidas sobre el tema «Desarrollo Sostenible» que contó con dos especialistas en la materia: Don Jorge Olcina Cantos, Catedrático de Análisis Geográfico Regional en la Universidad de Alicante y Don Jaime Martínez Valderrama, Investigador Post-doctoral en el Instituto Multidisciplinar para el Estudio del Medio «Ramón Marfalef» de la Universidad de Alicante.

El Foro comenzó con la intervención de la presidenta de Paz y Cooperación, quien dio la bienvenida a los oyentes, introdujo a los renombrados ponentes y habló sobre la importancia del tema a tratar.

Recordó que el 25 de septiembre de 2015, los líderes mundiales adoptaron en la Asamblea General de Naciones Unidas un conjunto de objetivos globales para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible. Cada objetivo tiene metas específicas relacionadas con las esferas económica, social y ambiental.

Finalizó su intervención, enfatizando, que en este caso el Foro estaba centrado en la esfera ambiental, ya que uno de los objetivos que persigue Paz y Cooperación es apoyar campañas de protección del medio ambiente en el marco de un desarrollo sostenido.

El Catedrático Jorge Olcina Cantos, en su ponencia: «El necesario cambio de paradigma en la planificación del agua en zonas semiáridas: el caso español», trató de arrojar luz sobre los principales aspectos en todo lo relacionado con el medio ambiente y el agua.

Manifestó que el planeta va a estar condicionado en los próximos años por el proceso de calentamiento que estamos viviendo y que no se consigue remitir. Esto va a traer una serie de condicionantes en las temperaturas y en el agua, con cambios y alteraciones tanto por exceso, con inundaciones, fenómenos de arrastre o erosión en el medio, como por defecto, con la aparición de sequías.

Asimismo, resaltó la importancia que tiene el agua en el planeta y de ahí, la necesidad de cambiar su sistema de planificación. En España hay dos maneras clásicas de hacer la planificación del agua: a partir de la oferta, con la construcción de embalses, trasvases y la explotación de acuíferos; y desde la demanda, a través de campañas de ahorro de agua, la aplicación de mejoras en dispositivos de suministro de agua, uso eficiente de las aguas residuales, etc. Esta última, es la planificación que se impone en el contexto del siglo XXI con el objetivo de ser el siglo de la sostenibilidad y la adaptación al cambio climático.

Olcina cantos, también informó que existen conflictos por el agua entre naciones y todo ello poniendo en valor los objetivos del Desarrollo Sostenible.

Para finalizar señaló los retos de presente del agua, destacando que la apuesta por la sostenibilidad es un aspecto indisoluble de la planificación del agua, debemos incorporar el cambio climático en la planificación del agua, una planificación que apueste por medidas «blandas» a la hora de establecer medidas de reducción de sequías e inundaciones y que tenga en cuenta el criterio científico-técnico.

El investigador Jaime Martínez Valderrama, intervino con el tema «Comprender la desertificación para poder solucionarla», destacando que en realidad es un proceso en el que está implicada la actividad humana. Según la definición de la ONU de 1994; desertificación es la degradación que ocurre en un determinado tipo de zonas áridas como consecuencia de las actividades humanas y de las climáticas.

Explicó también que, una causa es el agotamiento de los acuíferos por su empleo abusivo en el regadío y en estos casos retornar al punto inicial es muy complicado; también es por el exceso de ganado pastando en determinadas zonas. El problema de la desertificación afecta al 40 % de la superficie de la tierra. La desertificación no ocurre por algo que viene de fuera, es una mezcla de variaciones climáticas y la actividad inadecuada realizada por parte del hombre en zonas secas.

La Convención de las Naciones Unidas, de lucha contra la desertificación de 1994, encargó a cada país un plan de lucha contra la desertificación. Eso ha quedado en libros blancos de la desertificación, estudios que carecen de un plan de acción concreto, con planificación objetivos y plazos. El problema es que se está reforestando pero al mismo tiempo se está portando la desertificación a otros lugares.

La propuesta más razonable es la neutralidad de la degradación de las tierras, con vocación global, esto tiene influencia en todos los países no solo en las zonas áridas. Puede haber degradación, pero hay que compensarla con un principio de neutralidad, esto indica que debe hacerse en la misma zona degradada. Hay que hacer una gestión de la agricultura lo más sostenible posible contando con la opinión de los habitantes, es decir, los planteamientos tienen que estar coordinados y armonizados.

La presidenta de Paz y Cooperación clausuró el VI Foro Naciones Unidas agradeciendo a los ponentes sus excelentes intervenciones y a los asistentes su participación, con el deseo de contar de nuevo con ellos en sus próximas conferencias.

Artículo publicado en: Galicia Digital